La adopción de políticas neoliberales en América Latina fue influenciada por fuerte presiones externas, especialmente provenientes del Consenso de Washington, promovido por el FMI, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos a finales de los años 1980 y principios de los 1990.
Entre las directrices económicas propagadas se encontraban: Disciplina fiscal, reducción del gasto público, reforma tributaria, tasas de intereses determinadas por el mercado, tipos de cambio competitivos, liberalización del comercio y la inversión extranjera directa, privatización de empresas estatales y protección de los derechos de propiedad.